En la vida hay algo seguro aparte de la muerte y de los impuestos, por mucho que te esfuerces, por muy buenas que sean tus intenciones cometerás errores, harás daño y te lo harán a ti y si quieres recuperarte solo puedes hacer una cosa...

Perdonar y olvidar, es lo que dicen. Es un buen consejo pero no es muy práctico, cuando alguien nos hiere deseamos herirle, cuando alguien nos trata mal queremos tener razón, sin perdón las cuentas pendientes no quedan saldadas, las heridas no cicatrizan, lo máximo que podemos esperar es que algún día tengamos la suerte de olvidar.

sábado, 3 de julio de 2010

Bendito sea el mundial con que soñamos, bendito cada nombre que ha sido designado.
Bendito los pibes que siempre sacamos, el peso de la historia, el respeto ganado.
Maldito sean los recuerdos dolorosos, maldita la impotencia, la injusticia que vivimos: el volvernos a casa cada uno por su lado, las finales sin jugar y quedar en el camino.
Bendita la anestesia general a los dolores, la tristeza que curamos con abrazos, las gargantas que se rompen por los goles, el sentirnos los mejores por un rato.
Malditos los sorteos y los grupos de la muerte, los controles sin azar que signaron nuestra suerte.
Malditos los mezquinos que juegan sin poesía, los que pegan, los que envidian, los que rompen y lastiman.
Bendito sea el orgullo con el que entramos a la cancha: el potrero y la pelota no se manchan.
La tv que repite la gambeta, inflar las redes de los otros, inflar el pecho de los nuestros, merecer la camiseta.
Los turistas, los cronistas, los sponsors, los amigos, el himno y las mujeres siguiendo los partidos.

Bendita las cabalas que dan resultado, las risas y el llanto que guardaremos tanto y bendito ese momento que nos regala el fútbol de poder cambiar nuestro destino y sentir otra vez y frente al mundo lo glorioso, lo groso de ser ARGENTINO.

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